Estas se refieren a la creación de un entorno nacional propicio a la red, al control de la correcta utilización de internet y a la ayuda a los exportadores para ganar eficacia mediante la tecnología y la formación.
1. Sensibilizar a las autoridades nacionales y a los organismos internacionales sobre lo que cada país necesita para ser competente en comercio electrónico. Colaborar con las organizaciones representativas de las empresas, grandes o pequeñas, y con los organismos internacionales. Estudiar los factores que permiten el dominio de las transacciones electrónicas; asociarse con otros interesados para informar adecuadamente a las empresas, las autoridades y los medios de comunicación. Comunicar las conclusiones a los responsables políticos y los organismos internacionales, con el fin de proponer soluciones. Al mismo tiempo, se ha de informar a los exportadores y a los miembros de la cadena de proveedores sobre las cambiantes fuerzas que mueven los negocios electrónicos en cada sector. La información puede entregarse en reuniones de trabajo, conferencias y publicaciones especializadas.
2. En conjunto con los compradores internacionales, ofrecer formación a los proveedores locales. Los exportadores necesitan aprender a sacar un máximo provecho de las nuevas tecnologías. Su formación debería comprender la adaptación de la producción y la comercialización a las posibilidades de la economía digital: subastas y redes de compra en línea, preparación de licitaciones en sus aspectos financieros y técnicos, organización de redes de proveedores, seguridad, etc. También deberían enseñarse técnicas como los estudios o encuestas por internet, la recopilación y el análisis de datos sobre los clientes y la evaluación de la calidad y exactitud de la información. El CCI y algunos compradores internacionales imparten programas de capacitación de proveedores, y se proponen organizar conjuntamente cursillos destinados a los participantes en las cadenas de abastecimiento: prestadores de servicios logís-ticos, autoridades aduaneras y portuarias, proveedores, bancos y organismos estatales.
3. Buscar y ofrecer información en línea. Los proveedores deben saber cuáles son las redes de compra y las fuentes de información que les interesan en la internet. También necesitan información detallada sobre las redes mismas: nivel de seguridad garantizado; prestaciones ofrecidas; requisitos de participación, e identidad de los vendedores que las integran. Las instituciones de apoyo al comercio (IAC) pueden ayudar a difundir estas informaciones, seleccionadas y sintetizadas, entre los exportadores de su país o región. En su sitio web, el CCI incluye algunos de estos datos, que seguirá incrementando en el futuro (véase el recuadro).
4. Emplear las TI para mejorar la eficiencia de las cadenas de abastecimiento. Ayudar a las empresas a servirse de las tecnologías de la información para aumentar la eficacia de sus operaciones, a fin de cursar los pedidos de exportación en forma oportuna, precisa y según la calidad requerida. Ello implica impartir capacitación sobre transcripción de información desde soportes impresos a soportes magnéticos, integración de operaciones logísticas, administración financiera e información sobre la producción, y gestión de las cadenas de proveedores. Podrían organizarse cursillos sobre organización y gestión para exportadores, los proveedores de éstos y los proveedores de los proveedores. También podría estimularse a los pequeños proveedores con capacidad exportadora a constituir consorcios que les permitan alcanzar el volumen de producción exigido por los compradores internacionales. Las IAC pueden impartir formación sobre la organización y gestión de los consorcios de compra o venta, y cooperar con los servidores locales de internet en la oferta de aplicaciones informáticas de bajo costo sobre administración de consorcios.
5. Aumentar la confianza de los compradores en los proveedores locales. Crear servicios de verificación y de arbitraje, así como bases de datos de referencia, y dar publicidad a casos exitosos de abastecimiento y envío. Informar a los usuarios en caso de interrupción de los envíos. Procurar que los even-tuales compradores o inversores extranjeros reciban una información actualizada y completa.
6. Promover los servicios tradicionales en línea. Cada proveedor debe crear un sitio web de tipo multiservicio, en el que compradores y vendedores puedan encontrar toda la información que necesitan. También deberían colocar en línea servicios impresos tradicionales, como, por ejemplo, certificados de origen, normas de embalaje y calidad, y requisitos de certificación fitosanitaria. Otros servicios para exportadores cuya oferta en línea no supone un costo excesivo son los calculadores de tipos de cambio, los boletines de novedades y el seguimiento de expediciones.
7. Favorecer acuerdos con portales sectoriales. Los compradores internacionales consultan los sitios dedicados a las ramas económicas que les interesan, antes de buscar sitios por país o región. Por consiguiente, en vez de presentar a los exportadores nacionales exclusivamente en el portal de un organismo de promoción comercial, conviene establecer acuerdos para promoverlos en otros sitios reconocidos de compraventa, organizados por sector económico.
Hay que ayudar a los exportadores a decidir cuándo les conviene invertir en un sitio web propio y cuándo es preferible que operen por intermedio de mercados electrónicos establecidos.
8. Alentar la elaboración local de programas informáticos y contenidos. Una de las consecuencias del desarrollo de la internet es el vertiginoso aumento de la demanda de programas adaptados a los idiomas y culturas locales.
Lo ideal es que tal demanda sea atendida en el propio país. Las IAC están promoviendo normas internacionales sobre calidad de diseños y gestión de proyectos de TI que deberían dar un gran impulso a las exportaciones.
9. Estudiar el potencial de los servicios de asistencia empresarial. Las IAC deberían buscar nuevas posibilidades de exportación en los avances tecnológicos, con miras a lograr una rentabilidad rápida a las inversiones en la enseñanza de la internet y sus procedimientos.
Por ejemplo, las empresas de los países en desarrollo pueden ofrecer, a través de conexiones en la internet, servicios administrativos o centros de compra y de atención de usuarios a empresas ubicadas en cualquier lugar del mundo.
1 comentarios:
Ideas práticas, y además serán de mucha ayuda para aquellas personas que tienen miras a entrar en el mundo de los negocios, en especial el sector exportador.
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